El chiste en imágenes
Cuando se habla de trabalenguas, en lo primero en lo que se piensa es en un texto de más o menos extensión que va a ser muy complicado de aprender. A esta afirmación no le falta razón, pero si se quiere que los niños aprendan adecuadamente no se puede poner el trabalenguas solo. ¿Por qué? Muy sencillo. Cuando se ven muchas palabras juntas y algunas totalmente desconocidas los niños tienden a agobiarse. No entienden bien lo que se quiere decir y lo que hacen finalmente es dejar de prestar atención a lo que se intenta enseñar. Esto puede ser un problema puesto que, no se conseguirá el objetivo establecido.
Para que no se dé esta situación hay una solución perfecta que suele ser bastante efectiva. Lo primero que hay que preguntarse es ¿qué le llama la atención de un niño? Exacto, los dibujos, los colores… y por este motivo hay que jugar con este tipo de recursos. Para entender mejor lo que se quiere decir, hay que tener en cuenta los ejemplos que se han elegido para realizar el artículo. El primero de ellos tiene como protagonista a un dragón tragón. ¿Cómo se lo imaginarán? Cada persona es un mundo, pero sí se puede crear una imagen general de este dragón que ayude a que los niños puedan comprender mejor el texto. En este caso el dragón suele ser de color verde, con una buena panza y al lado tiene un monte de carbón que ha sido el responsable de que tenga la barriga lleva. Por su parte, una persona zarrapastrosa significa que está poco aseada, por lo que ya se tiene una idea más o menos de cómo va a ser el dibujo que acompañe a este trabalenguas. Si se unen texto e imagen los resultados serán mucho más positivos.
La importancia del humor
Los trabalenguas chistosos son muy populares porque el humor siempre tiene que estar presente en todas las enseñanzas. Los niños aprenden mucho mejor si se ríen, si juegan… en definitiva, si se divierten. Por este motivo es fundamental que entre los recursos didácticos que se utilicen, se incluyan también los trabalenguas chistosos. Desde que se estudian los diferentes modelos de enseñanza muchos expertos en la materia coinciden en que el niño tiene que aprender, pero no puede ser a través de métodos “ dictatoriales”, hay que darles cierta libertad y crear un ambiente sano, donde se sientan cómodos. Para conseguir este objetivo el humor es el mejor recurso, ya que aprender entre risas es un método infalible. En este caso el dragón barrigón y el zarrapastroso mocoso seguro que son buenos aliados para conseguir que los pequeños mejoren su pronunciación y conozcan en profundidad la lengua.
Los trabalenguas solventan los problemas de dicción
Tan solo con analizar los trabalenguas de ejemplo se puede ver cómo utilizan palabras más o menos complicadas para mejorar la pronunciación de los niños. Desglosando un poco ambos ejemplos, en primer lugar el del dragón intenta trabajar con los pequeños la dificultad que tiene decir palabras trabadas, es decir aquellas que cuentan con combinación de fonemas como “dr” o “tr”. Tal y como su nombre indica, una palabra trabada puede que se “trabe” la lengua en un abrir y cerrar de ojos, lo que conlleva a una mala pronunciación. Con este trabalenguas se intenta solventar este problema usando además el humor como método de aprendizaje alternativo.
En el segundo caso el problema es la “r”, la letra más difícil para muchos. No es fácil pronunciar palabras como “zarrapastroso” o “rastrillo”, motivo por el cual este trabalenguas se presenta como la solución perfecta para mejorar la dicción en este tipo de palabras.
Además de todo esto hay que comentar otros beneficios de los trabalenguas:
- Son muy variados, por lo que los niños no se aburrirán al aprenderlos y podrán ser de diferentes temáticas para trabajar los distintos fonemas.
- Los trabalenguas son una buena herramienta para enseñar tradiciones, ya que aunque hay algunos que son universales, cada país suele contar con trabalenguas propios.
- Gracias a este tipo de textos los niños adquirirán una mayor rapidez de lectura y mejorarán notablemente su habla en general.
- Los trabalenguas están dirigidos a todos los públicos aunque se utilicen en mayor medida en los niños. Pero también hay que destacar que existen trabalenguas algo más especializados que sirven como terapia para aquellos que tienen mayores dificultades para la pronunciación.
- Ayudan a desarrollar en gran medida tanto la imaginación como la memoria, pues son dos cualidades que no pueden faltar a la hora de trabajar con trabalenguas.
- Son muy divertidos, por lo que se convierten en un elemento de aprendizaje perfecto que combina la enseñanza con el humor.
Al contrario de lo que su nombre indica, un trabalenguas no enreda la lengua, más bien se utilizan para que los niños se suelten al hablar y desarrollen esta capacidad de una forma amena. Los trabalenguas son estupendos y los trabalenguas chistosos mucho más, puesto que el mensaje que emiten siempre va a hacer que se suelte más de una carcajada.
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